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Seguridad y salud: el futuro del trabajo


Ebook Gratis: Seguridad y Salud en el centro del Futuro del Trabajo: Aprovechar 100 años de experiencia.

Con motivo del Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, celebrado el 28 de abril, la Organización Internacional del Trabajo publica un nuevo informe ‘Seguridad y Salud en el centro del Futuro del Trabajo: Aprovechar 100 años de experiencia’ donde se da una mirada retrospectiva de los avances producidos en la materia en los últimos cien años y se analizan los desafíos y oportunidades derivados de los cambios que están dándose en el mercado de trabajo y la sociedad. 


Este informe muestra los riesgos que pueden surgir para la salud y la seguridad en el trabajo como resultado de las transformaciones que se están dando en el mercado de trabajo, así como las nuevas oportunidades para su prevención y control.


Según estimaciones recientes, se calcula que 2,78 millones de trabajadores mueren cada año de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales (de los cuales 2,4 millones están relacionados con enfermedades) y 374 millones de trabajadores sufren accidentes del trabajo no mortales. Se estima que la pérdida de días de trabajo debido a causas relacionadas con la salud y seguridad en el trabajo  representa casi 4 por ciento del PIB mundial y, en algunos países llega hasta el 6%. Las principales causas de mortalidad son las enfermedades circulatorias (31%), los cánceres relacionados con el trabajo (26%) y las enfermedades respiratorias (17%). 


Además del costo económico, existe también un costo intangible, que no reflejan estas cifras, de sufrimiento humano imposible de medir provocado por los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales. 


Los riesgos cambian con las transformaciones en el mundo del trabajo  


“No sólo han cambiado las condiciones de trabajo a lo largo del tiempo, también lo ha hecho la naturaleza misma de los riesgos para la seguridad y la salud”, afirma el director general de la OIT, Guy Ryder. “Y seguirán cambiado en el futuro. Con todos los cambios transformadores – tecnológicos, demográficos y medioambientales – que están configurando un nuevo mundo del trabajo, es más importante que nunca anticipar los nuevos y emergentes riesgos para la seguridad y la salud”, añade.


El informe advierte que los cambios en las prácticas de trabajo, los cambios demográficos, tecnológicos y en el medio ambiente están generando nuevas preocupaciones sobre seguridad y salud en el trabajo, con un aumento de los riesgos psicosociales, como el estrés relacionado con el trabajo, los problemas musco esqueléticos y las enfermedades no transmisibles, en particular enfermedades circulatorias y respiratorias, y el cáncer. 


Estas son las cuatro principales tendencias que se analizan:


En primer lugar, la tecnología – como la digitalización, la robótica y la nanotecnología – donde se observa que pueden aumentar los riesgos psicosociales y los derivados de la introducción de nuevos materiales que no han sido estimados. A su vez se señala, que la tecnología, con el uso del big data, por ejemplo, puede permitir avanzar en conocimiento epidemiológico y abordar de forma más efectiva enfermedades profesionales actuales. 


En segundo lugar, los cambios demográficos con el aumento de las migraciones, de la incorporación de  las mujeres en los mercados de trabajo y del aumento del envejecimiento de la población activa van a requerir una mira más amplia a los temas de la salud. Por ejemplo, con el envejecimiento de las población activa, las economías desarrolladas deberán hacer frente a un aumento de las enfermedades crónicas –diabetes, hipertensión…- de la población activa y ver cómo conviven estas en los puestos de trabajo. La feminización de ciertos trabajos y el hecho de que las mujeres sean más propensas a trabajar en formas atípicas de empleo pueden dar lugar a un aumento de los trastornos musculo-esqueléticos que requerirá especial atención.


En tercer lugar, los efectos del cambio climático también influirán en la salud en el trabajo, el aumento de las temperaturas, por ejemplo, provocará un aumento del estrés por exceso de calor que afectará sobre todo a aquellas actividades al aire libre, como construcción y agricultura-, a su vez la contaminación atmosférica que se da en grandes ciudades y que afecta la calidad del aire tiene sus repercusiones con aumentos de cuadros de asma, enfermedades respiratorias que pueden dar lugar a un mayor absentismo en el trabajo.  


La cuarta tendencia que analiza son los cambios en la organización del trabajo. Por una parte, la flexibilidad de estas nuevas formas puede permitir que un número mayor de personas se incorpore a la fuerza de trabajo, por otra parte, pueden causar problemas psicosociales (por ejemplo, inseguridad, menoscabo de la privacidad y del tiempo de descanso, o una protección inadecuada en materia de seguridad y salud en el trabajo y de protección social) y horarios de trabajo excesivos. Los riesgos psicosociales son uno de los problemas crecientes que se observa derivados de las nuevas formas de organización del trabajo tanto en economías desarrollados como en desarrollo.

 

Para dar respuesta a estos nuevos desafíos, el estudio propone seis ámbitos a los cuales los responsables políticos y otras partes interesadas deberían dar prioridad. Estos incluyen mayores esfuerzos para anticipar los riesgos nuevos y emergentes para la seguridad y la salud relacionados con el trabajo, la adopción de un enfoque más multidisciplinario y el establecimiento de vínculos más fuertes con la salud pública. También es necesario mejorar el conocimiento público sobre las cuestiones de seguridad y salud en el trabajo, así como reforzar las normas internacionales del trabajo y la legislación nacional, lo cual requerirá una colaboración más estrecha entre los gobiernos, los trabajadores y los empleadores.


“La meta 8.8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios nos recuerda que la atención hacia la seguridad y la salud en el trabajo no es menos necesaria hoy en día que a inicios de la revolución industrial. Todos los accidentes y las enfermedades profesionales son prevenibles, y no pueden asumirse como  efectos secundarios indeseados del funcionamiento mercado de trabajo” señala Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para España.


El informe completo ‘Seguridad y Salud en el centro del Futuro del Trabajo: Aprovechar 100 años de experiencia’ está disponible en este enlace.

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