Expresarnos visualmente tiene un curioso efecto. Nos hace sentir un tipo de ilusión y felicidad.
Esto ocurre por distintas razones como:
Prestar atención a las maravillas de la vida
Crear y expresarnos de una forma artística
Conocernos a nosotros mismos y encontrar un propósito
Abrir la mente y el corazón hacía el aprendizaje continúo
Vivir experiencias que conectan con el mundo interior y mostrar lo que nos pasa por dentro
Conectar con el momento presente. (Fotografiar es estar aquí y ahora).
A nivel cognitivo, realizar fotografías contribuye a fijar la atención en determinados elementos y a reforzar la memoria. Es decir, nos ayuda a ejercitar el cerebro de manera que se mantenga activo.
Además, estamos hablando de una actividad que requiere de atención, pero también de coordinación, lo que la convierte en adecuada para conseguir que las personas consigan unos niveles de coordinación más efectivos que, sin duda, redundarán, después, en las actividades de su vida diaria, aportándoles más agilidad, no sólo mental, y una mayor capacidad de percepción de las cosas.
Cuando nos preparamos para captar una imagen somos conscientes de que podemos contar historias, pero en esa comunicación juega un papel muy importante la comunicación no verbal, es decir, los elementos que ayuden a trasmitir sin decir. Es, por eso, que esta actividad es, según los expertos, un ejercicio más que apropiado para incentivar la creatividad de las personas mayores.
Y como se trata de un ejercicio que se puede realizar en compañía, a modo de talleres incluso, esta creatividad se une al trabajo en equipo, que también reporta beneficios significativos para las personas de todas las edades.
Recuerda que contamos con Fotografía Mobile,
una experiencia que te enseña a sacar todo el provecho a la cámara de tu celular.
Todas estas actividades son terapéuticas y liberadoras. Por eso nos hace sentir tan bien.
¿Las has probado?
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